martes, 20 de noviembre de 2007

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN, DE LA COMUNICACIÓN, DE LA INTELIGENCIA




La evolución humana ha pasado por varias etapas, en función del nivel de desarrollo económico: la sociedad agrícola, la industrialización, la sociedad postindustrial. A finales del siglo XX se introdujo una nueva definición, la sociedad de la información, que define a aquellas economías desarrolladas, en las cuales el control y la optimización de los procesos industriales empiezan a ser sustituidos por el control y producción de la información. A ello ha contribuido de especial manera la expansión de las telecomunicaciones y el desarrollo de la informática.

Una visión rápida de la Sociedad a que estamos accesando… ¿Estamos preparados para los desafíos actuales?: aprender a aprender”, “aprender a conocer”, “aprender a hacer”, y “aprender a comprender al otro”.

Estamos transitando de una Sociedad Industrial a una Sociedad de la Información, de la Comunicación, de la Inteligencia, donde el producto principal lo constituye el Conocimiento. De manera que, se está produciendo frente a nuestros ojos un cambio fundamental. Hay estructuras que desaparecen, otras se tornan obsoletas provocando problemas, a veces insolubles. La problemática actual, entonces, corresponde a esas estructuras que caen, y, otras nuevas, que surgen y nos parecen extrañas y no somos capaces de adaptarnos a ellas con prontitud, por lo tanto, nadamos en aguas turbulentas.

Hoy, el poder político es simplemente el tercer poder (el primero es el económico, el segundo el de los medios de comunicación).

A la perplejidad política, social y económica, que esto provoca, hay que añadir los efectos producidos por la proliferación de las aplicaciones de la tecnología de la información y la comunicación. Personas hasta ayer consideradas profesionales y culturalmente preparadas, comienzan a sentirse rodeadas por un mundo que no conocen ni entienden, que no pueden calibrar a dónde conduce y dudan poder dominar. La sensación es la de estar 'perdiendo pie’, de que existe algo ajeno a ellos mismos, que crece sin cesar, que ocupa cada vez más espacio en los medios de comunicación, en las estanterías de las tiendas, en las ferias de libros. Algo a lo que cada vez se da más publicidad y que hemos comenzado a nombrar como si se tratase de una nueva socialización. Y que sin duda nos conduce a algún lugar importante, por lo que se nos hace obligado conocerlo. Proliferan términos como "multimedia", "hipermedia", "hipertexto", "CD-ROM", "interactividad", "autopista de la información", "Internet".

Hay quienes piensan que nunca van a poder ordenar todos estos nuevos conceptos y los procesos que sustentan, que se están convirtiendo en extranjeros de su propio tiempo. Más preocupante es aún saber que vamos a depender de ellos en adelante y en gran medida.

Otra característica de la sociedad actual es el aumento exponencial del volumen de información que diariamente se produce y transmite en el mundo. En un solo día, se elabora y distribuye un volumen de datos mayor que el que una persona puede asimilar o dar sentido en toda su vida.

El volumen de información se duplica cada 10 años y un 90% de lo que un niño tendría que llegar a dominar a lo largo de toda su vida todavía no se ha producido, mientras la escuela gira en torno a disciplinas establecidas hace un siglo. Por todo esto el hombre se ha visto obligado a sumergirse en sí mismo, buscar y elaborar nuevas teorías que le permitan adaptarse psicológica, social, y profesionalmente a tono con el desarrollo que la tecnología impone. Es así que:

Sin duda alguna y por necesidad, hay que ir concibiendo la escuela, la educación, el aprendizaje de forma diferente. No podemos seguir formando profesionales que siempre fueron "niños obedientes, que esperaban al maestro en el aula, con sus mentes en blanco, dispuestos a recepcionar toda la información que éste fuese capaz de transmitir". Hay que despertar el interés y el deseo del aprendizaje autónomo durante toda la vida, de hacerlo en cada momento y en todos los lugares. Solo así se formarán hombres y mujeres capaces de adaptarse al cambio, J.M.Sancho. Cambio que es producto del acelerado ritmo de innovaciones tecnológicas. Hay quienes dicen que la humanidad ha progresado más en técnica que en sabiduría.

Para especialistas que, liderados por Jaques Delors, elaboraron el último informe de la UNESCO, los cuatro pilares de la educación del tercer milenio son: aprender a aprender, aprender a conocer, aprender a hacer, y aprender a comprender al otro.

Para comenzar a avanzar en esta Sociedad de la Información, de la Comunicación, de la Inteligencia, es bueno dar a conocer, presentar a la comunidad nuestras, experiencias, pensamientos e investigaciones, de manera de nutrir con nuestras ideas a los demás, para en un proceso de retroalimentación, enriquecernos con el análisis y el aporte de los otros.

BIBLIOGRAFÍA.

Tecnologías de la Información y la Comunicación en el proceso enseñanza aprendizaje.

Ing. Francisco Guerrero Castro

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